Puedo decir que este título refleja perfectamente nuestro trabajo y compromiso a la hora de abordar a un niño prematuro, su bienestar de vida dependerá del trabajo y amor que le podamos brindar. Además es importante el apoyo y enseñanzas a familiares, porque de esta forma podrán manejar las situaciones que se presentan a diario, un trabajo en equipo en pro y beneficio a la salud mental y física del niño.
Considero de gran importancia nuestro trabajo, como terapeutas, maestros, trabajador social, medico, pienso que no solo los conocimientos en el área bastan, sino también, el amor que le impregnamos al mismo.
El vientre materno brinda la estimulación necesaria para optimizar el crecimiento y los resultados de la gestación, el parto prematuro significa una alteración importante y repentina de este proceso, por lo tanto su desarrollo dependerá considerablemente a la influencia de factores externos para así poder lograr su maduración neurofisiológica.
Durante el primer año de vida gran parte del aprendizaje del niño se basa en estímulos externos o sensaciones internas a las que arroja una respuesta manifiesta. Es de suma importancia controlar los estímulos para ayudarlo a mantenerse estable en la organización de su conducta, ya que el prematuro presenta dificultad para asimilar los estímulos ambientales por sus características peculiares. Debemos orientar a los padres para mejorar la vinculación afectiva madre-hijo y favorecer la relación paterno filial.
El método canguro es una de las técnicas que nos permite lograr este acercamiento madre-hijo, consiste en el contacto permanente piel con piel entre la madre y el recién nacido, actualmente se conocen resultados de un riguroso estudio (en la publicación Acta Pediátrica) donde se compara el método piel con piel en relación al cuidado en incubadora. El estudio demuestra que el método canguro es mucho más beneficioso que la incubadora. En contacto con la madre, los bebés mantienen mejor su calor corporal, están más calmados, respiran mejor y tienen el pulso estable, además favorece la lactancia materna, este contacto piel con piel permite a los bebés estar más relajados y eso hace que sus hormonas preparen al estómago para una mejor absorción del alimento.
Una de las grandes diferencias de tener a un bebé en método canguro es que llora menos, disminuyendo así el nivel de hormonas del stress circulando por su cuerpo. Este tipo de hormonas facilita que haya derrames cerebrales, muy habituales en bebés prematuros. En relación a las madres el método canguro mejora sentimientos de ansiedad y culpabilidad disminuyendo la posibilidad de caer en depresión post-parto, permitiéndoles sentir que están complementando la gestación brindando lo mejor de sí en ese momento.
Dionimar Salazar.
fisioterapeuta
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