ENFERMERAS NEONATALES EN ACCION

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Se ha creado una nueva filosofía para el cuidado del niño prematuro, basada en la atención del desarrollo como una forma de aproximación humana y de sentido común para cubrir las necesidades del bebé prematuro y su familia. Las investigaciones han demostrado que los niños que reciben una atención centrada en el desarrollo, tales como modificaciones ambientales, modulación de luz y ruido, ayudas posturales: rollos o soportes laterales, estructurar la manipulación directa, conductas autorregulatorias, así como el involucro de los padres, en el marco de tratamiento médico de las Unidades de Cuidado Intensivo Neonatal (UCIN), han mejorado los resultados neuroconductuales a largo plazo. Una de las modalidades utilizada es la hamaquita es como un nido, recrea la sensación de sostén, da seguridad al bebé y contención. Durante el tercer trimestre de embarazo el bebé está enrolladito con su pulgar en la boca, pegado a las paredes del útero de la madre, así músculos, ligamentos y huesos van madurando lentamente. El bebé prematuro necesita estar en posición fetal una vez que está en UCIN. El bebé adquiere esa posición de flexión durante el 3er trimestre de embarazo. El prematuro no pudo adquirirla y cuando nace lo sentimos flojito, con sus brazos y piernas extendidos. La superficie plana de la incubadora no es lo más adecuado para él, su cuerpo puede adoptar posturas patológicas. El bebé en UCIN debe mantener los bracitos pegados a su cuerpo, cerca de su carita, sus piernitas flexionaditas también, esto es muy importante para su desarrollo psicomotor posterior, para la coordinación visomanual que es alcanzar los objetos y explorarlos con su boca, llevar sus manitos al centro y hacer arepitas, también sentarse y caminar, conductas que exhibe en el primer año de vida. Entre los beneficios de la hamaquita podemos esperar que el bebé duerma más y entre en el sueño profundo, por consiguiente contribuye a su estabilización fisiológica. Proporciona estimulación vestibular y kinestesica al mover un poquito al bebé. Recordemos que el bebé se mueve mucho en el útero. En la incubadora también las enfermeras y los padres pueden tomar al bebé con sus manos y balancearlo suavemente; naturalmente todas estas acciones deben ser consultadas con el neonatólogo y dependen del grado de estabilización de las funciones básicas que tenga el bebé en ese momento. Es importante estar siempre atento a las señales de estrés que pueda mostrar cuando se le estimula, en cuyo caso hay parar lo que se está haciendo. A manera de conclusión es importante tener en cuenta que cuando el estímulo sensorial es apropiado, el neonato mostrará una conducta de autorregulación hacia el mismo. Cuando la estimulación es inapropiada o excesiva el neonato manifestará una conducta de rechazo o estrés. El plan de cuidado del neonato, incluyendo las recomendaciones del cuidado individualizado y los cambios ambientales se diseña con base en el estado de desarrollo actual, el estado clínico del paciente y las necesidades de la familia. Conforme el neonato madura, las recomendaciones se van modificando. El personal encargado del cuidado observa de manera sensible y nota las reacciones del neonato a cada manejo o intervención, para realizar los ajustes apropiados.

REALIZADO POR: Lcda. RODELMIS ACOSTA. enfermera neonatal